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GUILLÉN, UNA GUILLOTINA SOBRE JOSÉ MONTÁS

Por Nelson Mateo    El periodista Jos

é Montás asume la dirección del ayuntamiento de San Cristóbal por  segunda ocasión luego de ganar los comicios municipales contra todos los vaticinios y estudios de mercado que daban a Nelson Guillén una cómoda aceptación electoral para repetir en el cargo. Eventos circunstanciales como la suspensión de las elecciones de febrero ,las protestas posteriores de "los Popis", algunos descontentos internos y quizás, la incapacidad para integrar sinceramente a esos compañeros alejados, incluyendo viejos amigos, evitaron lo que todas las mediciones daban como un hecho la continuidad del veterano periodista y candidato Peledeista. 

Solo mil votos fueron, finalmente, la diferencia; una clara señal de que Guillén perdió, no porque su gestión fuera mala o rechazada por su pueblo. 

Más de 200 obras   diseminadas en todo el municipio; incluyendo la iluminación de calles y callejones , construcción de aceras y contenes, asfaltado en la mayoría de los barrios, la regularización del tránsito y su semaforización, higienización de la ciudad a través de la regularización de la recogida de la basura;  son hechos tangibles que, aunque Guillén se vaya, quedan en la memoria de la sociedad como la espada de Damocles, que pondera sobre la cabeza de José Montás, durante los próximos cuatro años.  Pero de todo esto, para mí, lo más importante, fue la transparencia en el manejo de los recursos del cabildo y el celoso respeto al presupuesto participativo y los procesos de licitación para la asignación de las obras. Son estos resultados inocultables con los que tendrá que luchar el nuevo ejecutivo municipal.  Haber heredado una ciudad sumida en el caos financiero y la basura no fueron óbices para que la disciplina se impusiera y sus probadas condiciones de gerente surtiera sus frutos. Guillen recibió en Agosto del 2016 una institución quebrada,  una ciudad abandonada;  Montás recibe, en cambio, la ciudad que no entregó: limpia ,Iluminada , asfaltada y un ayuntamiento saneado.

 El alcalde Perremeista tendrá que obrar con efectividad y cuidado si no quiere terminar en la guillotina de la saliente gestión. El retorno de Guillén está garantizado en sus obras, las que se defenderán por si sola, claro, tendrá que revisar algunas estrategias y comportamientos en su entorno, recuperar esa vieja estructura y la mística que  lo llevó a la diputación y posteriormente a la alcaldía, con entrega y pasión.  Hasta pronto, Guillén!!!

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